Consejos para una exploración mamaria correcta
La autopalpación de los senos o la exploración mamaria incluye un conjunto de acciones simples que, realizadas todos los meses, después de la menstruación, te permiten conocer tus senos, detectar cualquier anomalía y notificarlo a un médico.
La autopalpación es una práctica muy positiva e importante para todas las mujeres ya que, ante todo, otorga un mejor conocimiento del propio cuerpo, sus cambios y su metamorfosis durante las diversas etapas de la vida.
Esta exploración propia es un activo adicional para la salud de la mujer, pero no reemplaza en ningún caso la visita regular (al menos una vez al año) al ginecólogo o médico especialista.
Recomendaciones para realizar una exploración mamaria
Cuanto antes se detecte un tumor, mayores serán las probabilidades de que se cure un cáncer de mama. Además del examen anual (recomendado por su médico o ginecólogo) y la mamografía (se recomienda cada 2 años a mujeres de entre 50 y 74 años con un riesgo bajo o moderado de cáncer de mama), el autoexamen de mamas puede ayudar con la detección temprana.
Para empezar…
Comienza con un examen visual. Mírate frente a un espejo y pregúntate: ¿mi pecho sigue siendo el mismo? ¿Mis pezones tienen la misma forma? ¿Tienen huecos, hematomas, hinchazones, flujo? ¿Son las venas más visibles en un seno que en el otro?
Examina cuidadosamente la apariencia de tus senos en cada una de las siguientes posiciones:
- Brazos caídos a lo largo del cuerpo.
- Manos en las caderas.
- Brazos levantados hacia arriba.
- Inclinarse hacia adelante.
- Recostada de un lado.
Paso 1
Acuéstate sobre tu espalda y pon una mano detrás de tu cabeza. Esta posición coloca el tejido mamario contra la caja torácica y facilita el examen. Usa el extremo de los tres dedos medios de la mano libre y examina el seno opuesto.
Paso 2
Mueve los dedos en pequeños círculos del tamaño de una moneda de 10 céntimos. Dibuja tres círculos en el mismo lugar, comenzando con una ligera presión, luego media y finalmente profunda. Luego, mueve los dedos a la siguiente área, sin quitar los dedos de la piel.
Paso 3
Examina todo el seno: desde la clavícula hasta la base del seno y desde el esternón hasta la axila. Tómate el tiempo para examinar la axila, pues es ahí donde se pueden desarrollar muchos cánceres de mama.
Paso 4
Mueve las puntas de los dedos desde la clavícula hasta la base de la mama y el esternón hasta la axila: sube y baja, y así sucesivamente. Asegúrate de mirar cuidadosamente el área linfática.
Paso 5
Último paso: aprieta suavemente tu pezón. El mejor momento para hacer tu examen es una semana después del final del período, cuando los senos a menudo se vuelven menos sensibles. Realiza el examen al mismo tiempo cada mes. Recuerda que estás buscando algún dolor, descarga o sensación inusual. Mientras más hagas esta prueba, más sabrás lo que es «normal» para ti.
¿Qué anomalías deben llamar tu atención?
- Una variación en el tamaño y la forma de uno de sus senos.
- Un bulto en el pecho palpable.
- Retracción de la piel (mama o pezón).
- Engrosamiento de la piel.
- Enrojecimiento o venas visibles.
- Un flujo en el nivel de un pezón.
- Cualquier anomalía de apariencia reciente.
Si te has detectado algo, no te asustes, la mayoría de los bultos son benignos. Sin embargo, habla de inmediato con tu médico, quien puede prescribir pruebas adicionales si no está seguro del diagnóstico.
Si padeces alguno de estos síntomas o quieres un mayor asesoramiento, recuerda que en Dona i Nen estamos especializados en cuidar la salud de la mujer y ponemos a tu disposición nuestro completo equipo multidisciplinar formado por ginecología, aparato digestivo y radiología para poder responder de forma eficaz, cercana y personalizada tus problemas ginecológicos y reproductivos.
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